Proclama: Organización Mundial de la Salud y Organización Panamericana de la Salud.
Su principal objetivo, es sensibilizar y concienciar a la población de la disminución del consumo de sal y de esta forma prevenir enfermedades, sobre todo de origen cardiovascular. No solamente hablamos de la sal que ponemos en la comida que se prepara en casa, sino en muchos alimentos que ya están fabricados y almacenados para ser vendidos en las tiendas, que son los llamados alimentos procesados.
Recomendaciones para reducir el consumo de sal
- Toda la sal que se consume debe ser yodada, es decir «enriquecida» con yodo, lo cual es esencial para un desarrollo sano del cerebro del feto y del niño pequeño.
- Limite su consumo de papas fritas y otras comidas saladas.
- Sustituya la sal por hierbas, especias (como albaca, romero, tonillo) y otros condimentos.
- Lea las etiquetas con cuidado porque a veces encontrará sal en lugares inesperados. (Por ejemplo, los jugos de tomate y verdura a menudo contienen mucha sal.)
- Pruebe los productos reducidos en sodio y sin sal.
- Prepare las comidas con la mitad de la cantidad recomendada de sal.
- Enjuague los alimentos enlatados, como el atún, para retirar parte de la sal.
¿Qué efectos tiene el alto consumo de sal-sodio en la salud de niños, adultos, adultos mayores y mujeres embarazadas?
La hipertensión arterial es la enfermedad que tradicionalmente más se ha asociado a elevadas ingestas de Sal/Sodio y a su vez es el principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular y cerebrovascular.
Los niveles de la ingesta de sodio condicionan las cifras de tensión arterial en los niños. Este hecho es importante debido a que un niño con ingestas altas de sodio, sin llegar a ser hipertenso, puede tener cifras de presión arterial elevadas factor que en la edad adulta lo puede llevar a desarrollar hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares asociadas a ésta con hipertensión.
Con anterioridad a las mujeres embarazadas se les recomendaba reducir el consumo de sal,
En cada hogar se puede reducir el consumo de sal de la siguiente manera:
- Evitar colocar sal durante la preparación y/o cocción de los alimentos.
- Evitar colocar los saleros en la mesa.
- Limitar el consumo de snacks salados.
- Escoger productos etiquetados como bajos en sodio.
- Reducir gradualmente la cantidad de sal que se agrega a las comidas, de manera que las papilas gustativas se vayan habituando a la disminución de la sal.
- Sustituir la sal por especias aromáticas (romero, orégano, perejil, albahaca, etc.), limón, pimienta, nuez moscada, ajo, clavo de olor, ají, canela y/o vainilla ya que darán gusto y potenciarán el sabor de los alimentos.
- Preferir la cocción al vapor, ya que permite conservar mejor el gusto de los alimentos que otras cocciones (por ej. hervido) donde gran parte de los nutrientes pasan al agua de ebullición sufriendo pérdidas del propio sabor.
- Controlar y reducir el consumo de sal desde la edad infantil, ya que el gusto por la sal se adquiere y es posible educarlo, de tal forma que si desde la infancia promovemos el consumo de alimentos menos salados en la etapa adulta se harán elecciones de alimentos con menos sal.